Cuando se trata de automatizar procesos en BIM, cada solución tiene sus propias especificaciones.
Herramientas de programación visual como Dynamo y Grasshopper son simples y fáciles de aprender. Debido a su entorno sencillo y sin complicaciones, los diseñadores y arquitectos que trabajan con BIM y desean automatizar algunas tareas por sí mismos suelen elegir estas herramientas para comenzar su viaje en la programación. Sin embargo, el área de aplicación de estas herramientas es limitada.
Por ejemplo, Dynamo ofrece una manera simple de especificar cómo funcionan las cosas, al mismo tiempo que mantiene nuestros datos de diseño seguros. Esto hace que nuestro código sea coherente y seguro, lo que proporciona una verdadera consistencia para los clientes, desarrolladores y gerentes. Y es como construir un producto, lo que significa menos errores y un proceso de diseño más agradable.
Los beneficios de Dynamo podrían resumirse de la siguiente manera:
Claro, la programación ya no tiene la mala reputación que solía tener, pero para la mayoría de nosotros sigue siendo una tarea desalentadora y frustrante, a menudo plagada de errores, fallos y torpeza. Para los desarrolladores avanzados que trabajan en departamentos de BIM, Dynamo puede parecer desordenado. Para ellos, los códigos son más estructurados cuando se utilizan lenguajes de programación.
En cuanto a la baja velocidad de ejecución de los scripts de Dynamo en algunas ocasiones, los programadores prefieren codificar con métodos más convencionales que consisten en estructurar y ejecutar sus códigos fuera de un entorno IDLE dedicado. Además, Revit y otros software BIM proporcionan una API abierta que permite a los programadores optimizar y automatizar tareas repetitivas directamente, integrándolas en el entorno del software. De ahí la ventaja del método de desarrollo y las herramientas convencionales.